Lun, 12/07/2020
Los mensajeros de DoorDash, o "Dashers", nos traen la comida para llevar de nuestros restaurantes favoritos a la puerta de casa, nos alegran el día y merecen propinas que simbolizan nuestra gratitud. Tanto si los clientes dan propinas generosas como si no, esperamos que nuestras muestras de gratitud lleguen a los trabajadores que nos traen la comodidad de nuestros pedidos.
En noviembre de 2019, la Oficina del Fiscal General de Washington, D.C. presentó una demanda en virtud de la Ley de Procedimientos de Protección al Consumidor de Washington, D.C. (la "Ley") contra DoorDash, alegando que la empresa tergiversó que las propinas solicitadas a los clientes a través de la aplicación DoorDash se distribuirían a los Dashers, cuando en realidad "ese rara vez era el caso." La Ley prohíbe una amplia variedad de prácticas comerciales engañosas y desleales, o poco éticas. El Fiscal General es el encargado de hacer cumplir la Ley, aunque los particulares tienen un derecho de acción privado para solicitar un mandamiento judicial contra las prácticas comerciales desleales (o una demanda para que cesen).
El fiscal general afirmó que DoorDash se embolsó dinero destinado a los trabajadores, y fue engañoso sobre el impacto que las propinas tenían en el salario base de los Dashers. La demanda abarcó el período comprendido entre 2017 y 2019, cuando los clientes de todo el Distrito de Columbia pagaron millones de dólares en propinas a sus Dashers, que en cambio se destinaron a los costes operativos de DoorDash.
Aunque DoorDash ha negado haber cometido delito alguno, aceptó pagar 2,5 millones de dólares para zanjar las reclamaciones del fiscal general en su contra. De esa cantidad, 1,5 millones de dólares se distribuirán entre los Dashers que trabajaron durante el período cubierto por la demanda. DoorDash pagará las cantidades restantes del acuerdo a varias organizaciones benéficas y a la Ciudad por investigar y litigar el caso. El acuerdo también establece que DoorDash debe garantizar que cuando un Dasher completa una entrega en D.C., las propinas que un cliente ha dado se distribuyen al Dasher, y además que las propinas que recibe un Dasher no afectan a su salario de DoorDash. El acuerdo es un claro ejemplo de que los empleadores no pueden quedarse con ninguna parte de las propinas que ganan los trabajadores, incluso cuando la dinámica de la economía gig oscurece otras protecciones para los trabajadores.
Si cree que su empleador no le ha compensado indebidamente por su trabajo, incluso quedándose con sus propinas, póngase en contacto con MSE en info@mselaborlaw.com.