Vie, 10/23/2020
La Oficina de Administración de Personal (OPM) emitió nuevas regulaciones la semana pasada que facilitarán a las agencias federales disciplinar y despedir a los empleados de "bajo rendimiento". La Regla Final, que entrará en vigor el 16 de noviembre de 2020, implementa disposiciones clave de la Orden Ejecutiva de 2018 del Presidente Trump y lo hará:
- Acortar el tiempo y las oportunidades formales de que disponen los empleados para mejorar su rendimiento o responder a posibles acusaciones de bajo rendimiento antes de que un organismo pueda recomendar medidas disciplinarias;
- Aclarar que las agencias no tienen ninguna obligación específica de ayudar a sus empleados con bajo rendimiento a mejorar, ni de proporcionar un periodo de mejora más largo de lo que exige la ley;
- Exigir a las agencias que recuerden a los supervisores la expiración del periodo de prueba de un empleado, dando al empleador la oportunidad de tomar medidas disciplinarias antes de que un nuevo contratado se asegure los derechos procesales de un empleo federal de pleno derecho; y
- Prohibir que los organismos acepten suprimir acciones personales adversas, o alterar de otro modo el historial de un empleado, a cambio de la dimisión de éste como parte de un acuerdo de conciliación.
La norma también establece sanciones más estrictas y procedimientos obligatorios para disciplinar a los supervisores que tomen represalias contra los denunciantes. Con arreglo a la nueva normativa de la OPM, los organismos deben imponer como mínimo una suspensión de tres días por un primer delito de represalias contra los denunciantes, y tras el primer delito, pueden proponer el despido del supervisor.
La OPM informa de que ha recibido casi 1.200 comentarios de empleados federales, directivos, sindicatos y otras organizaciones, muchos de los cuales se oponen a la normativa propuesta. Muchos grupos sindicales y comentaristas individuales expresaron su deseo de permanecer bajo el actual sistema de servicio civil, temiendo que las nuevas regulaciones erosionarían las protecciones del debido proceso de los empleados federales y darían demasiado poder a los supervisores "sin la correspondiente rendición de cuentas". Además, los sindicatos afirmaron que los cambios disciplinarios son arbitrarios, innecesariamente duros y eliminan un periodo de oportunidad significativo para que los trabajadores federales mejoren su rendimiento.
En consonancia con las Órdenes Ejecutivas, la OPM desestimó las peticiones de los sindicatos de enfoques más razonados y equitativos, declarando: "[No] estamos de acuerdo con la afirmación de los comentaristas de que la norma propuesta no racionaliza y aclara los procedimientos y requisitos para apoyar mejor a los directivos a la hora de abordar el rendimiento inaceptable y perseguir acciones adversas. Declinamos hacer cambios basados en estos comentarios porque la norma propuesta efectúa cambios que, de hecho, hacen que los procedimientos sean más eficientes y eficaces."
La OPM ha indicado que es posible que en el futuro introduzca otros cambios en la norma que vayan en contra de los trabajadores, en consonancia con los objetivos políticos expresos del Presidente, que incluyen la eliminación de las acciones adversas contra el personal de los procedimientos de reclamación sindical y la normalización de la duración de los planes de mejora del rendimiento en 30 días.
Para más información sobre los derechos de los trabajadores federales, visite la página de empleados federales de MSE en https://www.mselaborlaw.com/resources/federal-employees.